Ahora, un momento, o más bien un espacio a un acontecimiento inesperado; por una omisión desesperado y es que se desbarata un sueño, como torre de naipes al golpe del viento;por muchos lo siento y en esto no miento, porque no es un cuento; aunque la esperanza perdura, mucho tiempo ha de pasar para que la decepción no tenga recepción en mi ser.
Oía las palabras del padre de un amigo, decía que todo lo que sucede tiene un propósito, lo creo, algo me lo confirma y reafirma; algo bueno existe un cada adversidad y de estas hay gran diversidad.
¿Por qué de esto hablo?, es porque antes que el tiempo del sol para nacer llegará, a mi querida abuela el tiempo de partir se aproximaba, a mi morada llegaba la llamada que confirmaba lo que en un sueño se pronosticaba.
Al principio me lo tome con calma, pero se me destrozaba el alma, no era posible asimilarlo, era imposible no lamentarse, pero si percatarse que ella tenía que marcharse, no lloré, pero ahora una lágrima se desprende, pero se, que mi Padre me comprende.
Ahora también puedo decir: Antes solo había oido de las maravillas que Dios hacia, pero ahora he podido vivirlas y colaborar a que se desarrollen.
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