¿Rindes cuentas?

Algo muy importante es vivir manteniendo nuestro cuerpo en santidad, por lo que he decidido empezar con lo que la Biblia dice en Marcos; 11:15-17

"Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno. Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones."

En los tiempos de Jesús, una cierta clase de moneda era requerida para realizar las ofrendas en el templo;
los cambistas habían convertido el templo en un mercado y no se preocupaban del propósito de los sacrificios.
En fin lo que era la casa del Señor se había convertido como lo llamó Jesús en una "cueva de ladrones"; un lugar sucio, ruidoso y que no era cuidado y respetado como debía ser...

Ahora, la Biblia dice que nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo y como tal deberíamos mantenerlo en santidad y libre del pecado, pero muchas veces nos olvidamos de esto y no le rendimos las cuentas a Dios.

El día de hoy, ¿Cómo esta tu cuerpo exterior e interiormente hablando?, como templo del Espíritu Santo, ¿Qué pecado necesitas limpiar en tu vida?, recuerda que debemos glorificar a Dios con nuestro cuerpo y no usarlo para hacer cosas que a él no le agradan.